Un hito en la historia del rock latino despliega su furia este mes en Asunción. La mística de Soda Stereo y la espectacularidad del Cirque du Soleil potencian su magia en Sép7imo Día.
Por Jorge Coronel
¿Cómo hablar del rock en castellano sin hacer referencia a Soda Stereo? ¿Es posible, acaso, reseñar los paisajes sonoros de la modernidad en nuestras tierras sin rescatar el espíritu de Cerati? La respuesta será, sencillamente, no. Es lo que entendieron millones de latinoamericanos que, desde los lejanos años 80, hicieron de la agrupación argentina una pieza clave.
Fundado por Gustavo Cerati, Héctor “Zeta” Bosio y Charly Alberti en 1982, Soda Stereo conquistó latitudes nunca antes alcanzadas por el rock sudamericano y ecualizó corazones al ritmo de himnos como Persiana americana, Cuando pase el temblor, En la ciudad de la furia y De música ligera.
“Creo que Soda Stereo tiene dos legados contradictorios: desprejuicio y profesionalismo”, reflexiona, desde Buenos Aires, Juan Morris, autor de la polémica Cerati. La biografía y exsecretario de redacción de la edición argentina de la revista Rolling Stone.
“Por un lado, fue una banda que no tuvo problemas en cruzar fronteras entre rock, pop, música electrónica, lo que fuera… y, por otro lado, lo hizo siempre con mucho talento y profesionalismo. Fueron excursiones o experimentaciones genuinas, búsquedas artísticas que los conectaban con los sonidos de vanguardia, pero sin dejar de ser una banda radial”, comenta. Es la dirección que, como referencia, tomarían nombres como Shakira, Zoé, Miranda!, Café Tacvba y Julieta Venegas. “Todos tomaron su parte de Soda Stereo”, asegura. Otro legado no menos importante, comenta Morris, es que la banda supo tomar ciertos riesgos creativos.
Acaso como elemento común, el riesgo es una palabra que define –a su vez– a la gigante del mundo del entretenimiento: el Cirque du Soleil. Fundada en 1984 por Gilles Ste-Croix y Guy Laliberté, la compañía que debutó con éxito en Asunción el año pasado, con Amaluna, decidió rescatar la esencia del grupo de Cerati en una puesta sin precedentes. Impulsados por la firma argentina Pop Art Music, en el 2013 comenzó a germinar una idea que, finalmente, cobró vida en marzo de 2017.
Antes de Sép7imo Día, el Cirque solo había trabajado con la música de legendarios, como The Beatles, Michael Jackson y Elvis Presley; convirtiéndose en el cuadragésimo show de la empresa canadiense.
Solo en su primer día de venta, el espectáculo vendió la cifra de 50.000 boletos en la Argentina; cifra que fue creciendo, al punto de romper los récords de venta para Cirque du Soleil, siendo el primer show en vender 500.000 entradas antes de su estreno.
En el séptimo día…
Los argentinos Zeta Bosio y Charly Alberti, ambos ex Soda Stereo, fueron pieza clave para la producción del espectáculo circense. Tanto el escritor y director de la pieza, Michel Laprise, como la directora de creación, Chantal Tremblay, trabajaron minuciosamente con los artistas para reflejar el verdadero espíritu de Soda.
“Cuando el director del espectáculo (Laprise) visitó la casa en la que creció Gustavo Cerati, líder de la banda, y habló con su madre, se enteró de que el joven Gustavo era fanático de la ciencia ficción. Cuando le contó a Zeta y Charly sobre esta revelación, le dijeron que la sci-fi era una de las tantas pasiones que los tres compartían”, confesaron los voceros del Cirque. “Inspirado por este descubrimiento, Michel imaginó un mundo entero que florecía por la energía de la música de Soda Stereo, y la profunda conexión que existía entre la banda y sus fanáticos”.
En entrevista con ABC TV, concedida en Asunción, en diciembre de 2017, Bosio había compartido sus impresiones sobre el insólito acontecimiento. “Es un sueño cumplido… Qué bueno haber podido concretarlo, ¿no?”, reflexionó el bajista. “Realmente es un espectáculo enorme que nos está llevando de gira por toda Latinoamérica de vuelta, algo que realmente no pensábamos que podía ocurrir, de esta forma particular, con un espectáculo nada más y nada menos que el Cirque du Soleil, una de las compañías más prestigiosas del mundo”.
El argentino aseguró que, a esta altura, ya llevan perdidos la magnitud del hecho, pero si de algo están seguros es de sus resultados: una infinita felicidad en el corazón de sus seguidores. “Este espectáculo está haciendo feliz a muchísimos fans, quienes son los merecedores de esto, porque son quienes mantienen viva la música de Soda. Hoy sentimos que nuestra música sigue latiendo en el corazón de la gente y se transmite de generación en generación. Un espectáculo de esta forma era como un deber para nosotros”.
Prófugos
Asunción del Paraguay nunca fue un territorio desconocido para Soda. Al contrario, fue parte de una etapa crucial para la banda: su consolidación internacional.
El empresario Ángel Aguilera fue el responsable del debut del grupo argentino en nuestro país, en 1987, en el Yacht y Golf Club Paraguayo, pero además fue artífice del regreso del grupo, cual prófugos del arte, como parte del recordado Rock Sanber, en la ciudad de San Bernardino (1988).
El paraguayo todavía recuerda al joven Gustavo de veintitantos y a sus compañeros, quienes, por aquel entonces, recién empezaban su internacionalización. “Los tipos eran sensacionales, jovencitos, con su look de pelo largo. Eran unos chicos llenos de vida y futuro. ¿Quién iba a creer que serían una leyenda? Hoy es una de las bandas más importantes de toda Latinoamérica”.
La última presentación paraguaya de Cerati, ya en plan solista, se concretó en junio de 2007 (Yacht y Golf Club), también con la producción a su cargo. Once años después de ese último encuentro, el empresario decidió apostar al titánico desafío de montar Sép7imo Día en nuestra capital. “Soy muy fanático de Soda y sé que le gusta mucho a la gente gente del Paraguay. Comenzamos a trabajar en el proyecto con la gente de Pop Art, que querían hacer en el Paraguay. Dijeron: ‘Vamos a tomar el riesgo’, y yo, con gusto, me tomé el atrevimiento”.
La inédita apuesta lleva las marcas del Banco Atlas y Personal como principales inversores locales. Cinzia Rosini, gerente de Marketing de Atlas, no oculta la ansiedad, felicidad y adrenalina que transita su equipo humano. “Es el segundo año consecutivo que traemos al Cirque du Soleil. ¡Es genial trabajar con esta gente! Se aprende muchísimo. Es una logística casi perfecta; instalan semanas antes una gran carpa, todo un grupo técnico y de artistas, con quienes te podés cruzar a lo largo de Asunción”.
Rosini, además, destaca el movimiento económico que genera la actividad. “Es un montón el movimiento turístico que generan y, además, al percibir en moneda local y quedarse dos o tres semanas, todo lo gastan en Asunción. ¡Estamos superfelices de que vengan otra vez!”.
Signos
Cual signo de su vigencia, están aquí. Los melómanos paraguayos de varias generaciones atesoran a Soda Stereo como su parte mejor guardada de la banda sonora de sus vidas.
“¿A quién no le gusta Soda Stereo?”, desafía Hugo Ruiz, uno de los fervientes fanáticos del histórico grupo. Su fanatismo lo llevó hasta Buenos Aires, el año pasado, para disfrutar del estreno de la puesta. Nunca pensó que Sép7imo Día pudiera desembarcar en Asunción y, por supuesto, volverá a verlo.
“Soda se merecía este tipo de homenaje. ¿Quién más lo puede hacer como el Cirque du Soleil? Es algo espectacular”, reflexiona. “Siempre, como fanáticos, decimos: ‘¿Qué hubiera pasado si hubiera estado todavía Gustavo?’. El homenaje está a la altura”.
El seguidor asegura que el público fiel a la obra de Soda saldrá más que satisfecho del Jockey. “La gente que vaya a ver el show va a estar inmensamente satisfecha porque, sin demeritar a los otros (miembros), la figura de Gustavo es muy importante y eso resaltan. ¡Parece que te está cantando él! Eso es algo muy emocionante”, asegura. Para quienes disfruten del show por primera vez, el joven recomienda vivirlo sin filmaciones. “Sientan, porque es bastante emotivo, muy bueno, impecable. Las luces, el sonido; todo es impresionante”.
Persiana americana
El argentino Marcelo Misa es uno de los artífices de los primeros armados del hangar que recibirá el espectáculo, en una estratégica zona del hipódromo del Jockey Club. El hangar –algo así como un arena móvil, como le llaman sus constructores– mide 75 x 82 m y, en su punto más alto, tiene una altura de 22 m.
“Nunca, en Asunción, se montó algo así. Es una estructura relativamente nueva para todo lo que es el show, el espectáculo en sí. Es una adaptación con que lo hacemos para este tipo de eventos”, asegura el profesional.
El hangar necesitó de un mes para su construcción y el desarmado llevará unos 15 días. El proceso incluye la instalación de las oficinas, carpas artísticas, cocinas, entre otras estructuras aledañas necesarias para montar el espectáculo.
El arquitecto –quien anteriormente trabajó en Asunción para los recitales de Shakira y Lady Gaga– destaca el trabajo previo al armado, el cual incluye investigaciones previas, las preparaciones del terreno y la selección final del espacio.
El hangar instalado en Asunción proviene de Portugal, y está hecho de aluminio y acero fabricados en Alemania, y lona. Un total de 20 personas, cuatro grúas y máquinas elevadoras fueron necesarias para construirlo.
De música ligera
Nada menos que 82 empleados de 18 países distintos –incluyendo 36 artistas– trabajan diariamente en el espectáculo de Sép7imo Día. La producción precisa que cuentan con 20 acompañantes que viajan con el equipo; lo cual incluye parejas, hijos, familiares, etcétera.
Cada show cuenta, además, con la asistencia de 20 “ángeles eléctricos”. ¿Qué hacen? Son los guías de aquellos que elijen disfrutar el show desde el campo parado o también llamado Zoom Zone. Pero esto no es todo, porque en cada ciudad convocan a alrededor de 50 empleados locales.
En cada ciudad instalan una cocina que prepara alrededor de 300 platos de comida por día. Un total de 23 camiones son los que transportan a cada país alrededor de 60 ton. de equipamiento.
LA HISTORIA
“Un joven llamado L’Assoiffé, sediento de sentido y justicia social, quien sueña con un mundo mejor, se siente atrapado. Cuando se conecta a la música de Soda Stereo, es transportado a un mundo interior en el que se siente libre. La música de Soda se derrama sobre su mundo interno y crea una civilización entera que vibra al son de la música, la poesía, la cultura e iconografía del grupo. L’Assoiffé termina por darse cuenta de que la música que llevamos en nuestro corazón es tan fiel como una verdadera amistad: profunda y eterna”.
BANDA SONORA
El show incluye canciones históricas de Soda Stéreo, desde clásicos como Persiana americana, Cuando pase el temblor, En la ciudad de la furia, Prófugos y De música ligera; pasando por creaciones como En el séptimo día –por supuesto–, Te hacen falta vitaminas, Ella usó, Un misil, Primavera 0 y Terapia de amor intensiva. El álbum está disponible en formato físico y plataformas de streaming, como Spotify.
SEPA MÁS
SÉP7IMO DÍA: No descansaré
Del 20 al 24 de junio de 2018. Jockey Club de Asunción. Entradas desde G. 280.000, disponibles en seis cuotas sin intereses con tarjetas de crédito Atlas. Seguí la cobertura del show en ABC TV (app disponible para Android e iOS).
@jorgecoronel – jorge.coronel@abc.com.py
Fotos: Gentileza.