En busca de “agitar” la escena local, La Santísima Groove edita su primer disco. El vocalista de la banda presenta el proyecto, inspirado en el movimiento funk de los años ’70.
Por Jorge Coronel
En febrero de 2007, un grupo de amigos se unió para hacer música. Apasionados del género funk –e influenciados por íconos como James Brown y Maceo Parker–, nacía La Santísima Groove en la capital del país. Tras varios cambios en su formación, el grupo empezó a componer y grabar su primer demo, allá por 2010.
No tardó mucho para que surjan los primeros toques, en distintos locales nocturnos que ofrecía Asunción. “Nos fuimos ‘aggiornando’ de acuerdo a los locales nocturnos, pero siempre en locales que dan espacio a los grupos nacionales; la mayoría en el centro”, comentaOsvaldo Domingo Lombardo, vocalista de la agrupación.
Según menciona, el funk siempre fue el punto de encuentro entre sus integrantes. “Un grupo que nos inspiró para hacer este estilo es Faro de Fusca, que tocaban bastante en 2006 (…). Con Ati (Fariña, guitarrista), que era mi compañero de colegio y tenía afinidad, nos decidimos por ese estilo porque nos gustaba ir a sus conciertos”, cuenta. Más tarde ingresó Marcelo Ortigoza en vientos, y se afianzaron definitivamente en el género.
Los trabajos de composición, según cuenta el vocalista, son bastante colaborativos. “A veces Ati trae una base rítmica de guitarra; Marcelo(Ortigoza, saxofón) le busca una melodía de vientos y, cuando esa base está, yo le busco una melodía de voz y hago la letra en base a eso. A veces, cuando va entrando la métrica en la canción, esa es la fórmula”, revela.
Su primera producción lleva por nombre El agite, título que sirve para dejar sentada su filosofía musical… y de vida. “La música habla de no estar estancado. No estar esperando que algo pase algo: vos tenés que buscar eso que deseás”, subraya. “Entonces es como que el ‘agite’ es: movete y salí a buscar lo que querés”.