Emiliano Brancciari, voz y guitarra de No Te Va Gustar, revela antes del show en Asunción la intimidad creativa de la banda de rock uruguaya con más éxito por estos días.
Por Jorge Coronel
Su música aportó frescura al rock del sur de América. Desde Uruguay, la banda de rock No Te Va Gustar hace de las suyas hace ya 19 años. Y el tiempo les dio la razón, porque –por estos días– son la banda más potable del rock hecho en la región, convirtiéndose en la agrupación que más discos vende en la Argentina, y conquista escenarios competitivos, como el de México.
Detrás de las canciones se esconde el alma de Emiliano Brancciari, vocalista de la agrupación y cabeza creativa en la composición de los temas.
A pesar de tocar para unas 50 mil personas –como lo hicieron en abril de este año, en la Costanera Sur de Buenos Aires–, o liderar las listas de los discos más vendidos, o los rankings de los videoclips más vistos en las cadenas televisivas, el frontman de la banda no pierde la humildad y conversa con la misma cercanía con la que –hace un año, tres meses– charlábamos en Asunción sobre su ascendente crecimiento que se vislumbraba, tras la edición de“Público”, material grabado en vivo en CD y DVD.
Con un nuevo disco en manos –“El calor del pleno invierno”, lanzado en octubre del año pasado–, la agrupación volverá a Asunción para un concierto que dará el próximo 14 de setiembre, en Arena Circo (Manuel Gondra y Mariscal López).
La complicada agenda de giras no impidió que el vocalista mantuviera una amena charla telefónica desde Montevideo, en la que no tuvo reparos para hablar del derecho de piso que tuvieron que pagar, de la continua idea de “empezar de cero”; dio consejos de composición, confesó cómo elige su banda el repertorio, eligió las canciones favoritas de su repertorio, habló de su participación en“Señor Pombero”, el nuevo disco de Kchiporros; compartió sus recuerdos de Asunción y rindió homenaje a su eterno compañero, el recordado tecladista Marcel Curuchet.
“Me acostumbré a escribir estando de gira, porque nosotros últimamente estamos mucho tiempo afuera de nuestras casas”, es lo primero que dice Brancciari cuando hablamos de su rol creativo, fundamental para NTVG. Pero aquel incesante movimiento geográfico no impide encontrar el momento para componer, cada vez que puede. “Viajamos mucho por diferentes países, y esa necesidad de escribir la tengo todo el tiempo, entonces no puedo esperar llegar a mi casa para hacer una canción, escribir una letra o lo que sea”.
“Es un trabajo continuo”, dice. Y agrega: “Pero también es un oficio, entonces es inspiración pero también es dedicación, ¿no? Cuanto más te sientes a tocar la guitarra con una lapicera y un cuaderno, con más facilidad te van a surgir ideas. Si lo dejás por mucho tiempo y después querés retomar… cuesta más. Entonces también hay que dedicarle un poco de tiempo, no solamente cuando sentís que la inspiración llega”.