Más casos de violación a la propiedad intelectual por parte de políticos en campaña se suman, aunque el proselitismo aún no está permitido. Una doble y grave infracción a la ley.
Por Jorge Coronel
Las campañas virales de la senadora Lilian Samaniego, del diputado Óscar Tuma y de la intendenta de Ybycuí y presidenta de la Opaci, María del Carmen Benítez, no son las únicas promociones que violan los derechos que poseen los autores sobre sus obras.
Descaradamente, los jingles de los mencionados políticos registraron grabaciones a modo de adaptaciones de las obras Despacito, escrita y compuesta por Erika Ender y Luis Fonsi y representada por Universal Music Latino y -en el caso de Benítez-, el éxito Balada Boa, del brasileño Gusttavo Lima (Universal Music).
A esa serie de pistas difundidas en las redes, se suman otras de figuras que aspiran a altos cargos para las futuras elecciones internas simultáneas.
Es el caso de María Eugenia Crichigno Paoli, más conocida como «Maru», empresaria y miembro de la Junta de Gobierno de la ANR, quien también se ‘cuelga’ del hit. Al ritmo de Despacito, el jingle reitera que “Crichigno es nuestra mejor opción”, en este caso como aspirante a diputada nacional.