Referente indiscutible de la música latina en el mundo, el cantante estadounidense de origen puertorriqueño Marc Anthony comparte secretos de una carrera llena de ritmo, alegría y una salsa inagotable.
Por Jorge Coronel
Pocos artistas latinos logran escribir sus nombres en el panorama más internacional de la industria. Es el caso de Marco Antonio Muñiz Rivera —artísticamente lanzado como Marc Anthony, para evitar confusiones con un cantante mexicano tan admirado por su madre—. A sus 47 años, pocos retos le quedan detrás. Reconocido con el Guinness World Record por ser el artista tropical de salsa que más ha vendido, Marc Anthony también tiene el mérito de ser el artista tropical/salsa con más primeros lugares en el Billboard Tropical Chart.
Con 3.0 (2013), su más reciente álbum, el artista volvió a saborear las mieles del éxito. Su hit Vivir mi vida se impuso como el tema de salsa con más semanas de n.° 1 en la historia y lo colocó de nuevo en la cúspide, con una venta de más de 300.000 copias a nivel mundial.
Pero ni los más de 12 millones de álbumes vendidos desde sus inicios hacen que el cantante deje de lado su buena costumbre de mostrarse cordial y hacerse un espacio para una vida privada discreta junto con sus hijos —dos de ellos, fruto de su matrimonio con la actriz y cantante Jennifer López—.
Antes de su primer concierto en nuestro país —se presenta el viernes 8, en el Jockey Club—, Marc Anthony habló con ABC Revista de música, familia, las sorpresas que le dio la vida, el reciente debut musical de su padre, su vínculo actual con la bella JLo y el postergado debut en el Paraguay.
-Desde Amar sin mentiras habían pasado casi 10 años para un nuevo disco con canciones inéditas. ¿Cómo viviste el proceso de preproducción y grabación de 3.0?
-Sí, me tomo mucho tiempo entre producción y producción, y no es muy típico de mí estar en el estudio todos los días. Yo fui guardando canciones durante todo ese tiempo, porque si una canción me llega —por decir— cinco años atrás y tiene el mismo efecto cuando estoy listo para grabar como el primer día que la escuché, entonces se convierte en parte de la elección de esa producción. Recuerda que nosotros tenemos que vivir por largo tiempo con la música que hacemos y cantamos, y esa parte es primordial para mí. Decidí que era tiempo de volver al estudio. Disfruté mucho en esta ocasión en específico, y tener a Sergio George de vuelta colaborando conmigo hizo una gran diferencia en este proyecto.