El power trío argentino descubrió a su público paraguayo y entregó a lo largo de una hora y media un poderoso e íntimo show.
Por Jorge Coronel
Del underground cordobés al mainstream porteño, Eruca Sativa se formó en su Córdoba natal, allá por 2007. Desde entonces, han sabido subir peldaño tras peldaño, sin más motivaciones que expresarse con su música.
Después de telonear a figuras como Slash, llenar teatros porteños como el Ópera y de ser confirmados como banda soporte del concierto que Foo Fighters dará en Buenos Aires en enero próximo, el power trío argentino llegó por primera vez a Paraguay para un discreto pero intenso recital.
«Hoy nos ocupa la dificilísima tarea de tener que mostrarles lo que hacemos», se confesó frente a su público Lula Bertoldi, vocalista y guitarrista de la banda. «Y es difícil porque ya tenemos cuatro discos y es difícil demostrarles lo que somos en una hora y media. Así que tratamos de resumir lo más que pudimos estas canciones que parten de Carne, Es, Blanco y Huellas digitales«, presentó.
Lo exótico del recital, para muchos de los fans, tuvo que ver con el lugar. Entre curiosos haciendo tiempo para bailar algún tema dance y mozos cruzando el frente del escenario, la discoteca Glam fue escenario de la primera noche de Eruca Sativa en nuestra tierra.
Desde la apertura del concierto, tanto la frontman como la bajista Brenda Martin y el baterista Gabriel Pedernera demostraron su innegable potencia en vivo. Con temas como Para que sigamos siendo, Tanto tiempo, Tu trampa y Antes que vuelvas a caer, el trío empezaba a agitar a los fans de la mejor manera.
Entre una nostálgica Tórax y la transparencia de Desatalo, los músicos aprovechaban para presentarse y agradecer a la banda soporte de la noche, Tribu Sónica.
Las cabezas se movían al ritmo de temas como La apuesta, Blanco y Paraíso en retro, entre virtuosos riffs de guitarra y unos precisos arreglos de bajo. El grupo mostraba de nuevo su costado más audaz, esta vez con el frenético El balcón, antes de la crítica social de Para nadie.