Tiene 70 años, pero la pasión de un adolescente. El legendario tenor español José Carreras reflexiona sobre su carrera y su vida, poco antes de visitar el Paraguay.
Por Jorge Coronel
Sus cerca de 50 años de trayectoria hablan por sí mismos. Esa voz prodigiosa es su sello y la responsable de elevarlo al selecto firmamento de estrellas globales de la interpretación. Josep Maria Carreras i Coll, nacido en Barcelona, España, el 5 de diciembre de 1946, encontró su pasión por el canto a los primeros años de edad. “¡Muy temprano! Honestamente, a veces pienso que nací para cantar”, reconoce en una charla con ABC Revista. “Cuando vi la película El gran Caruso, con Mario Lanza, quedó claro para mí que quería ser un tenor”.
No quedan dudas de que nació para iluminar desde arriba de un escenario. En aquel entonces tenía 10 años, pero hoy, ya con 70, asegura sentir la misma emoción. “Siendo honesto, no ha cambiado mucho. Hice y hago conciertos, y me siento igual que antes”, afirma. “Por supuesto, soy consciente de que como cantante ya no queda mucho tiempo para mí, pero todavía me encanta lo que estoy haciendo y me considero una persona muy afortunada que todavía se puede presentar… incluso con el pelo blanco”.
Su primera visita al Paraguay –prevista para el 7 de junio– podría ser la última. Al menos es lo que consigna el nombre de la serie de presentaciones: The Final Tour (La gira final).
-¿Cuáles fueron algunos escenarios inolvidables de su carrera?
-Bueno, ¡hay muchos! Como Milán, Viena, Tokio… Pero si debo mencionar tres actuaciones que creo que han sido muy especiales, menciono mi primera actuación en el teatro La Scala de Milán; el concierto de regreso después de mi enfermedad, en Barcelona, y el concierto de Los Tres Tenores en Roma.