Otro capítulo histórico de la música en Paraguay tuvo lugar el domingo con el primer concierto en Paraguay de la legendaria banda británica Iron Maiden.
Por Jorge Coronel y Kike Sosa
A la hora de medir la influencia en el género musical del metal, pocas bandas pueden decir que gozan de la absoluta importancia de la que hace gala Iron Maiden, uno de los grupos comercialmente más exitosos del género con millones de fans en todo el planeta, canciones universalmente reconocidas e iconografía de las más representativas.
Lo que hace unos años soñaba un grupo de fans que salía a las calles de Asunción a pedir, este domingo se convirtió en una de esas realidades que difícilmente podían asimilar… aun cuando estaba ocurriendo.
Luego de un período de espera tras las presentaciones de Ghost y Slayer, que sirvieron como espectáculos anticipados al show principal de la noche -pero, sin dudas, ambos con vida propia-, el escenario se hallaba listo, aunque con telas negras cubriéndolo aún en gran medida.
La emoción y la anticipación que se habían acumulado durante horas, días y semanas, finalmente comenzó a descargarse en júbilo cuando las luces en el escenario disminuyeron y un video comenzó en las pantallas gigantes, culminando con una explosión de fuego mientras Bruce Dickinson, Steve Harris, Janick Gers, Adrian Smith, Dave Murray y Nicko McBrain salían a escena.
Sin preámbulos, el show comenzó con la canción “Moonchild”, con un Dickinson enérgico corriendo de un lado al otro del escenario y el rostro fantasmal de Eddie, la emblemática mascota de la banda, en el fondo del escenario.
Mientras el fuego se encendía en el escenario, el público explotaba en coros ensordecedores con “Can I play with madness”, respondiendo con entusiasmo cuando Dickinson exclamaba su característico “Scream for me Asunción” (Grita por mí, Asunción). Imágenes de la banda en pantalla ilustraban que aquel sueño de tantos al fin era realidad.