El dúo británico-australiano Air Supply se presentó ante más de 4.000 personas en el Court Central del Yacht y Golf Club, en un espectáculo en el que la magia del amor pareció detener la lluvia.
Por Jorge Coronel
Una intensa lluvia caía sobre la capital y alrededores en la tarde del martes, justo en las horas previas a la presentación de Air Supply, la mundialmente aclamada banda de soft rock que regresaba por cuarta vez al país para ofrecer aquellos temas que los convirtieron en un clásico a lo largo del tiempo.
El factor climático parecía impedir el esperado reencuentro, pero la organización advirtió que el show no se suspendía, especialmente por la imposibilidad de negociar otra fecha (la banda tenía otros compromisos tomados con anterioridad).
Sin embargo, a medida que se acercaba el horario previsto, las intensas precipitaciones parecían aminorarse hasta, finalmente, detenerse, mientras los fanáticos de la agrupación llegaban al Court Central del Yacht y Golf Club.
La joven banda pop local Wow abrió la noche, con un breve paso en el escenario con dos canciones de su repertorio. Pero cuando eran las 21:45 –ya con un cielo despejado y el local repleto de fanáticos de distintas generaciones– los legendarios Graham Russell y Russell Hitchcock dejaron verse en el escenario y, con ellos, cuatro músicos estables de su banda.
“¡Buenas noches! ¿Están listos?”, fueron las primeras palabras. “Es un placer volver a estar con ustedes”, dijeron después. “¡Por suerte lo logramos!”.
Así empezaba, entonces, la noche de Air Supply. “Even The Nights Are Better” marcaba el reencuentro con los paraguayos, que desafiaron lluvias y raudales con tal de ver a sus ídolos. Y la magia fue una constante: de principio a fin, la conexión con el público logró convertir el concierto en una apasionada ceremonia donde el amor, sin duda alguna, fue el principal protagonista.