Mundialmente popular por You’re Beautiful, el cantautor británico James Blunt habla de su carrera y sus “esperanzas” puestas en el público del Paraguay.
Por Jorge Coronel
Su nombre está directamente vinculado a aquella canción que junto a Skarbek Sacha y Amanda Ghost escribió para su primer disco, Back to Bedlam (2004). Con éxito en todo el mundo –You’re Beautiful es considerado como el single más exitoso en los Estados Unidos– James Blunt construyó una carrera llena de altibajos, pero que hoy lo mantiene vivo en la escena mundial.
En Moon Landing (2013) –en español, Aterrizaje lunar–, el cantante propone 11 canciones que hablan de su vida, pero en las que también se permite licencias, como el homenaje a la fallecida estrella de la música, la estadounidense Whitney Houston.
Dueño de un humor ácido y una mirada reflexiva, la vida de Blunt está llena de giros y decisiones que definieron su visión del mundo. Antes de iniciar su carrera musical, por ejemplo, fue oficial del Ejército británico y, en 1999, hasta actuó con la fuerza de paz de la OTAN en el conflicto de Kosovo.
Como parte de su gira Moon Landing World Tour, James Blunt visitará por primera vez el país este viernes 13, en un concierto que tendrá como sede el Court Central del Yacht y Golf Club Paraguayo. Antes de eso, nos habló de sus canciones, del vacío creativo, su enfrentamiento con la prensa amarillista y lo mucho que le molesta promover sus propios trabajos.
-En Moon Landing descubrimos a un Blunt realmente intimista, reflexivo, nostálgico y, musicalmente, más indie. ¿En qué momento de tu vida te acompañan estas canciones?
-Aparte de la primera canción, Face The Sun, las demás fueron escritas en los últimos tres años, sobre lo que estaba pasando en mi vida –cosas buenas, otras malas–. Face The Sun la había escrito para el tercer disco, pero nunca la había capturado en una grabación… hasta ahora.
-¿Cómo fue el proceso de composición y producción de este disco?
-Me encerré lejos y escribí; después, se las llevé a mi productor y discutimos cómo registrar mejor esas canciones. Algunas de ellas son obvias, tienen un poco de experimentación. Otras toman un enfoque completamente nuevo, en un estudio diferente. ¡Pero todas necesitan de paciencia y amor!