Ante cerca de 40.000 personas, el grupo californiano, pilar del thrash metal, dio su primer concierto en Paraguay con un listado de canciones elegido por el mismo público.
Por Jorge Coronel y Kike Sosa
Hay noches que se guardan, algunas que simplemente transcurren… y otras que nunca se olvidan. La historia que va es de las primeras; de esas que nunca se borrarán de la memoria visual y musical. Una historia que, de alguna manera, se inició varios años atrás.
Desde aquellas semanas que transcurrieron inmediatamente después de esos recordados recitales de Guns ‘N Roses y Aerosmith en Asunción, en octubre de 2011, un nombre se convirtió en uno de los más reclamados -si no el más- entre el público que ahora se animaba a pedir artistas de talla mundial: Metallica.
En el período entre aquel entonces y el actual, los conciertos en el país de artistas de popularidad universal pasaron de ser una impresionante excepción a convertirse en casi una regla. Desde Paul McCartney hasta Iron Maiden, pasando por The Cure, Lady Gaga,Black Eyed Peas, The Killers, KISS… la lista es larga. Pero faltaba un nombre, aquel que no dejaba de ser reclamado.
En la noche del pasado lunes, sin embargo, esa deuda se saldó. Y de la mejor manera posible. Metallica, tras más de 30 años de música e influencia mundial, actuaba por primera vez en Paraguay.